viernes, 30 de mayo de 2025

 Ayer la gente me parecía vacía, era una sensación extraña. La gente que se me cruzaba en la calle era como de cartón, la gente que vi por las calles me hizo dudar de la existencia de Dios. Era penoso verla, a la gente y como yo soy gente, me miraba por dentro y también veía un trozo de papel por alma. Yo he dado muchas vueltas. He estado en 17 institutos pero no dudé en ellos de la carnalidad de la gente. Ayer sí, ayer no creía que la gente pudiera llevar prendido un espíritu, algo que la hiciera creíble. Ayer dudaba de la gente y del mundo y esperé a la noche, a la cama y al sueño para que todo desapareciera de mi vista.

No hay nada dentro de ellos.

Hay un vacío escalofriante.

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