sábado, 31 de mayo de 2025

 Son las doce del mediodía. Una hora perfecta. Ya han desaparecido las tristezas de esta mañana. Mato una mañana en el fondo de mi ser. Comeremos mi hermano y yo y veremos la manera de arrinconar las horas de esta tarde. Las meteremos en vereda en cuanto den las cinco o las seis. No hay muchos sitios donde ir. No hay mucho que hacer (dos hermanos aburridos, dos hermanos que callan la semana entera). Hoy se habrán escrito unos cuantos libros. Los escritores de esos libros están contentos. Lo que pone en esos libros es perfectible, excéntrico, obnubilante.

Ya es hora de matar el tiempo.

Que el tiempo no te mate a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario