Cuando uno hace un favor, que no espere ser recompensado. Mi padre dice mucho: haz bien y no mires a quién. Es un refrán muy bonito. Las hormigas se apoyan unas a otras y así, prosperan, se agigantan en número, hacen hormigueros enormes y durante el verano guardan para el invierno. Los animales nos dan muchas lecciones de solidaridad. Apliquémoslas a la Humanidad. Si gana tu semejante, ganas tú. Una organización como la ONCE, se basa en eso: win win: tú ganas, los ciegos y discapacitados ganan. La sociedad gana. La política, sin embargo, se basa demasiado en echarse la zancadilla unos a otros y descalificarse unos a otros. Por eso no me gusta la política: no funciona como un hormiguero sino como un panda de arribistas y poderosos. El líder se da a sus compañeros, es el que más debe servir, no el que más debe mandar. Y la política no sirve al ciudadano. Sirve a los intereses de su partido. Muera la mala política.
Hoy la mañana se va a hacer larga.
Como un día sin pan, como un domingo sin dinero.
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