viernes, 16 de mayo de 2025

 Mientras busco el silencio de la almohada, voy pensando en ellas. Son dos chicas chipiriflaúticas, como decían los payasos de la tele. Pero también son peligrosas, cuentan historias sin parar y muy complicadas de amoríos y perros que cagan negro. Una llora por su perrilla y otra llora por el amante del norte. Van y vienen como verdaderos obuses de la guerra civil española. Si te pillan desprevenido te endosan un rollo. Andan como rayos, andan como animales silvestres. Pondré una vela a san Pancracio aquí en la repisa de mi casa para que me traiga suerte.

No te fíes de las mujeres:

son todas seres imprevistos.

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