sábado, 17 de mayo de 2025

 El amante se queda enredado en un súbito otoño, dice, más o menos, Luis Cernuda. Yo continúo el verso con algunas palabras no tan buenas y claras como el poeta andaluz. Voy guiando mi pensamiento poético sin la lucidez del poeta homosexual. Yo no tengo amantes enredados ni mujeres a las que amar. Yo no soy homosexual. La vida trae y lleva como una canción de amigo portuguesa o gallega. Yo tomo pastillas para mi enfermedad que me dejan el sexo indiferente a las mujeres. Elijo entre una erección o volverme loco. Prefiero no volverme loco si dejo las pastillas. La gente no entiende mi enfermedad. Hay poco conocimiento de la misma. Solo deseo que ni mi hermano ni yo enfermemos.

Qué buena está esa.

Ya, pero intocable.

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