viernes, 30 de mayo de 2025

 La mano recuerda otras manos que la entrelazaron, otros personajes de la vida como tú que murieron un poco por ti. Y las manos guardan un calor de amistad que hubo entre esos compañeros, esos que hacían lo mismo que tú en un época de solidaridad. Ahora estás solo. Ya no estrechas manos de buenaventura. Ahora la mano permanece muerta, huérfana de otras manos amigas. Las manos tuyas se rebelan pero da igual porque nadie te quiere ya, nadie llamará un día a decir qué tal estás, que tal si tomamos algo, que tal si vives contento en mi presencia. Y no hay un derrotero que seguir. Solo una mano triste al final del brazo

El brazo sostiene una mano.

Siempre sola, siempre la misma mano olvidada.

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