No tengo ganas de escribir porque es una hora no muy apta, no muy apetecible para emborronar esta pantalla que me brinda Blogger para escribir lo que yo quiera sin meterme con nadie. Voy a meterme con el calor que hace y así, no violento a nadie, para constatar que esta no es hora muy fresca y deliciosa para estampar mi pensamiento en unos renglones. Los renglones torcidos que somos mi hermano y yo, ya no nos enderezaremos nunca. Sigo pensando que me cuesta, y mucho, escribir, decir alguna cosilla del mundo o de aquellos que en él habitan. Yo no tengo nada en contra de nadie y, si no veo a nadie, con nadie discuto todavía. No quiero ver gente que no habla. No quiero ver gente que oculta su vida. Pero ese es otro tema. No tengo ganas de escribir.
Los que piensan que el alfabeto es un arma de los ricos contra los pobres, están muy equivocados. Yo creo que es al revés.
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