Dominios vastos de la Tierra por donde viven ríos maravillosos, anchos, divinos, telúricos, ¿qué será de vosotros y de nosotros, los seres humanos, cuando todo ese caudal natural quede destrozado? La Amazonia peligra, la tundra peligra, el mar entero peligra. Los plásticos han llegado al mar, el séptimo continente. Locos quieren derrumbar lo hecho por Dios. Comeremos mierda, como el coronel que no tenía quién le escribiera. Pero quizás comamos gusanos y saltamontes como se hace en regiones ignotas o no tan ignotas pues siempre, a la vuelta del verano, viene algún turista a decir que se ha comido un alacrán. Y así todo. Hay que cuidar el planeta como el planeta cuida de nosotros aunque no lo veamos. El planeta nos da lluvia y alimento. La vivienda está por las nubes y los precios también. La vida es cara, pero la madre naturaleza también sufre. No la hagamos sufrir. Tengo que andar. Estoy gordo. Hace calor. El sol reinante es peor que una ingente nevada.
He cerrado mi balcón para que no entre el sol.
Los tontos no llaman. Nunca llaman. El sol les impide ver el cielo.
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