Este año la marabunta irá lejos, todo lo lejos que le permita su dinero. Al llegar a destino, otra marabunta se juntará con esta primera y así, harán una mega marabunta que dará que pensar a la gente que se queda en casa y se acuesta a eso de las once. Por la radio salen los locutores y hablan durante toda la mañana. Los dos que priorizan el hedonismo a las perras, son de esa marabunta ingente. El mar los abraza como a dos perros sueltos y les da vigor y ensalzamiento. Pero luego traen los bolsillos vacíos pero ya no tienen de dónde sacar. Un problema el dinero, un quebradero de cabeza frente al cajero y sus números inesperados. Pero bueno. Cada uno es cada uno aunque las cosas cambien.
Entra tibia la vida de los otros
pero a mí los otros no me interesan mucho, la verdad.
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