El cielo está arriba; nosotros, abajo. Los toros corren. Las vacaciones ya van pasando para algunos. La vida es un gurruño, hay que ser el rey de los gurruños. Hay muchas películas que cuentan infinidad de historias. Hay drag queens. Hay familias llenas de nietos, hijos, abuelos, mamás y papás. Hay personas que no saben qué es una conversación, ya nunca lo sabrán. Y hay un cielo que está arriba de un azul desleído. Suenan las sirenas: ¿qué pasará? Nada bueno al parecer. Los ojos de los cocodrilos botan y rebotan en el río mientras los negros de Harlem trabajan en el muelle y los rascacielos arrasan su mole por las calles de NY.
La luz se queda enamorada, quizás enamorada de la noche que vendrá.
Y cuando llega la noche, ya no hay luz y la luz se enamora en balde.
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