domingo, 30 de noviembre de 2025

Es igual decir la verdad que destapar lo que está oculto, los temas que se han quedado como un tabú en las familias o en otros grupos humanos como una nación o como unos trabajadores que trabajan en lo mismo. Si hay un ladrón en la familia, pongamos por caso, no se debe decir porque le pillaría la policía. Si un familiar lleva a la ruina a toda la familia, no se debe decir porque el culpable quedaría en mal lugar. Fue un arrebato, dice esa familia, un capricho de juventud. Y ahí sigue el jeta de la película, llamándose a andana porque nadie se atreve a decirle la verdad: que es un mísero ratero o uno al que le importan una mierda todos sus familiares.

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