Una vez pasada una rotonda muy grande, cogimos una calle central del pueblo y aparcamos. Queríamos pasear por el pueblo, ver la iglesia, etc. No llevé la cámara de fotos y fue un error pues podría haberme entretenido con ella. Pasamos un parque. Eran las 6, ya no hacía mucho calor. Dimos con un restaurante del que un cartel decía que cocinaban con productos de proximidad. Estaban preparadas ya las mesas para las cenas. Estaba todo muy bien arregladito. Me tomé un coca cola y Paco, una manzanilla. Fui al servicio y vi una mesa grande con melones, cebollas, ajos, etc. Esos debían de ser los productos de proximidad. Meé oscuro, cosa normal en verano pues el cuerpo suda mucho y los riñones se quedan secos. O algo así. No me gustó ese estado de mi cuerpo pues mi tío Perico decía que en esta vida hay que mear clarito.
San Agustín de Guadalix.
Todo muy apretado.
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