domingo, 29 de junio de 2025

 Escribo porque no tengo otra manera de entretenerme así que voy a contar cómo lo pasé ayer tarde. A eso de las 5, 30, cogimos el autobús a Madrid mi hermano Paco y yo. Íbamos a buena marcha en el autobús y con refrigeración buena también. Tomamos, como es costumbre nuestra, un café dentro del intercambiador de Moncloa, viendo pasar gente. Nos fumamos un cigarrillo en un portal muy elegante que hay en la zona de las arcadas del bajo que une Princesa con Isaac Peral, porque allí hay sombra. Esta vez no fuimos a comprar libros a Hilarión Eslava sino que fuimos andando siempre en sombra hasta Plaza de España. Allí están los "montaditos" pero estaba lleno y ese bar no nos suele gustar. Más adentro de la plaza, hay un sitio de raciones. Nos pedimos tres, un agua mineral y  una cerveza sin, 31 pavos. Estuvimos casi dos horas comiendo y bebiendo con aire condicionado. A casa.

Madrid es sorprendente. Se ve y se prueba de todo.

A mí me gusta mucho.

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