El temor no es otra cosa que la falta del auxilio de la razón. Yo soy bastante temeroso y del miedo, muchas veces me ha salvado mi hermano Paco, que es más templado. La vida ofrece multitud de ocasiones de temer, de tener miedo sin razón. De estar equivocado de algunos que luego no valen ni para poner el culo. Equivocado en el sentido de que algunos pueden hacerte daño. El caso es que en casa cada uno, no hacemos daño ni metemos miedo a nadie. Ya casi es pena lo que dan por su soledad, por su desorientación, por su falta de gracia, por su (ellos sí) su equivocación que les hace ir de pena por la vida. Cómo vas a estar equivocado por unos seres que ellos sí que están equivocados y no los conoce nadie de la ciudad.
Hay algunos que dan miedo.
Pero por lo imprevisibles, lo equivocados que están.
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