domingo, 29 de junio de 2025

 La vida da ya suficiente miedo como para pagar una entrada a una peli de terror. No sabemos el futuro. Si lo supiéramos nos pareceríamos más a Dios, cosa que Dios no ha querido. Dios quiere que vivamos atentos a nuestro presente y de ahí no pasar. No sabemos qué nos espera mañana. Pero queremos que el día de mañana se parezca al día de hoy y al de ayer para no llevarnos sobresaltos. Amamos nuestra rutina. Es demoniaco pretender que nuestro mañana sea superior al hoy, es un acto de soberbia. Dios, insisto, nos ha colocado en un hoy y en él debemos permanecer. Aunque le toque a uno la lotería del millón de euros. El mañana está en manos de Dios, así como la salida de este mundo. No queramos subvertir la ley divina.

Dios no quiere futurólogos ni que vivamos pendientes del futuro.

Dios nos quiere atados al terco mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario