Y va bola. Esto lo decía un señor que acudía al bar familiar que resucitamos un verano los tres hermanos que éramos. Y yo, con mi depresión a cuestas. Y recuerdo el montón de moscas que había. Y recuerdo a otro señor que decía: os va a comer la miseria. Y otro que decía: me voy a pegar un tiro y adiós. Y otro que le respondía: eso es lo último hombre, es lo último. Yo creía que había una gran crisis y que las palabras no comunicaban nada y no dormía por las noches. Y un día subí a la discoteca pero mi ansiedad y mi malestar no dejaron que estuviera allí ni cuarto de hora. Y va bola.
El verano de depresión, el verano del bar.
Fue algo duro de llevar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario