Casi nadie dice lo que piensa. La mayoría de la gente se calla lo que piensa porque quizás le dé problemas decirlo. Si uno dice: el alcalde de mi pueblo es un ladrón, le vetan en el bar y en la calle y en la plaza aunque sea verdad que el alcalde del pueblo sea un ladrón. Así con todo, no creas que es de otra manera. El poder actúa, principalmente, acallando el pensamiento libre, la verdad y la expresión libre de la opinión. El poder quiere necios o callados como muertos para que no se diga que el poder está corrupto y que el que detenta el poder, también está corrupto.
El poder quiere silencio.
Un silencio de ovejas que andan siempre los mismos caminos y callan.
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