lunes, 23 de junio de 2025

No podemos cambiar nuestro cuerpo en cuanto que el cuerpo es un sistema de tejidos con una función concreta cada uno. Así el riñón, así el corazón y los miembros que nos ayudan a la traslación. Pero sí podemos cambiar nuestra mente o entrenarla con hábitos, sean estos saludables y buenos o malos. Nuestras relaciones hacen que ese cerebro que tenemos vaya variando. El padre o la madre que tiene hijos realiza una transformación completa de su cerebro. El escritor que escribe un libro también cambia su cerebro al ir escribiendo, se va dando cuenta de cosas que antes no pensaba. Hay influencias a nuestro alrededor de carácter familiar o político o natural que nos hacen cambiar de ideas. Si nos dijeran: vas a estar atado a una cama durante una semana. No es malo si podemos, con nuestro cerebro, pensar que la semana acabará y, a lo mejor, nuestro cerebro cambia por el hecho de no estar sometido a lo habitual de todos los días y al haber estado relajado simplemente esperando 7 días.

No sabemos el potencial de nuestro cerebro.

Sabemos que del cerebro depende nuestro comportamiento, nuestra personalidad y nuestras ideas.

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