El mar, en la playa de Malvarrosa, a 27 grados. Los restaurantes, en lleno técnico. Lo dice la radio. Un gallego habla de Valencia: a qué habré venido yo aquí. La electricidad se sube por encima de los 100. La vida se vive en casa, secuestrada. Es la guerra del calor. La Tierra se calienta. Parece el Apocalipsis o las 7 plagas que mandó Dios a los egipcios. Habrá que tomar mucha aguantinina. Habrá que tomar la medida de quedarse quieto, de no hacer nada, de exponerse poco a la actividad diaria. Comer poco, dormitar como hacen los osos, morirte un poco del asco pero no mucho.
Decir aquí algo del calor es ya imposible.
Lo vivimos.
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