Temo un futuro cercano, no vaya a salir mal. Temo que algo se descarríe y lo pague yo. Pero también estoy deseando que suceda porque creo que es para bien. Mientras tanto, los días se suceden muy lentos porque se hacen larguísimos, hasta las 10,30 no se hace de noche. Hay que esperar al 15 de julio para que los días se vayan acortando un poco. A las 12, 30, me pongo la inyección. Los animalitos pasan el verano atrapados contra un muro grueso de luz, lo pasan mal, querrían descansar del calor y del día redundante. Los animalitos lloran contra las hojas de los árboles que no tapan su dolor de seres vivientes. Así pasa con los seres humanos también.
Piezas de calor son los días,
diseminadas como pequeñas torturas de las horas.
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