Solo con mirar por la ventana siento el frío de la mañana. Suena una sirena. La muerte pasa en ambulancias blancas. De la noche no quiero nada pues no me vino el sueño en ella. Además, ya está pasada. Ahora queda la parte que la luna cede al sol, mi amigo el sol. Ojalá el sol fuera una estufa de butano cerquita de mis piernas. El olvido del verano ya ha tenido lugar hace un par de meses atrás. Ya vamos camino de la primavera, pasando primero por la nochebuena. La nochebuena traerá amor entre los hombres de buena voluntad queridos de Dios. Yo no sé si soy querido de Dios. No me lo ha dicho. Ojalá lo fuera. Sería un título importante para mí.
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