martes, 16 de diciembre de 2025

 Hay una mujer diciembre que es la última en salir de la fiesta. Esto lo dice en un verso un poeta llamado Miguel Gane, que es rumano y que no sé mucho más de él. Es verdad: la mujer diciembre tarda siempre en irse, se empeña en dejar la huella de los langostinos y el besugo en los platos. La mujer diciembre anda como loca, anda entre comercios y familiares que no se ven, anda pasando sus días en celebraciones acongojantes. La mujer diciembre anuncia el año siguiente pero con demasiada pereza. La gente se besa, la gente se abraza y tarda en irse el olor de la gente en el cuerpo de diciembre, tardan las tardes en hacerse noches, tardan las fiestas de madrugada, tardan las uvas de decirse doce. Para cuando llega enero, todo pasa a un olvido conmocionado de carne, exitoso de luces y cansado de familia. Y la mujer diciembre pasa como pasaron las otras mujeres estrafalarias del calendario.

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