Agazápate tras la roca. No digas ni mu. Piensa que pronto las alas de los insectos caerán al suelo, diseminarán su membrana azulada. Y tú pasearás como pasearon los romanos por Roma buscando sus piedras filosofales. Comeremos juntos, para no caer en inventos fantasmales. La vida discurrirá llena de errores de apreciación de las cosas por desconocimiento. Acaso una chica llame al móvil insistentemente. Pero nunca el placer fue tan tremendamente cercenado. No estamos para salir disparados, sino para permanecer quietos, encadenados a una historia francamente mala.
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