Cómo trata a sus amigos. La llamas, no contesta. Luego quiere caer bien. Qué doloroso sentir te hace sentir. Por aquí, lo de siempre: un banco, un diario azul, unas gambas del Ahorramas a la plancha y poco más. Diríase unas luces amarillas producidas por el sol. Y luego, a la tarde, un paseo largo, pensativo y cándido. No cocino estos días. Bueno, decir no cocino es demasiado. Que no me meto en la cocina, ya traídos del supermercado los avíos. Solo para mí, unas gulas del Norte y jamón con melón para mañana y pasado. Pero no vayan a pensar que estoy triste. Estoy más bien entretenido con la novela y el ajedrez del móvil.
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