Hoy iba a hacer un gran discurso. Se ha quedado todo en agua de borrajas: mentiras, intentos de imposición por todos los lados, como siempre. Ojalá se los llevara a todos la corriente y desembocaran en una playa maldita llenita de brea. No estoy nervioso sin embargo. Que acabe todo como tenga que acabar y punto, como dicen los soberbios. Y punto, como dicen los que mandan. Y punto, como dicen los chulos de barrio. Al anochecer, la vida creará una barrera inmensa contra el muro, contra el muro de los hombres que se creen algo en esta vida. No habrá más discursos ni más pensamientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario