miércoles, 20 de agosto de 2025

 Por la calle del viento un coche se estropeó. Una lucecita que lucía no dejaba de lucir. Hubo que llamar al técnico de las lucecitas. Era un cable muy pequeño que recorría las entrañas del coche. Pero estaban de vacaciones. Al cabo fueron al examen y el coche lo pasó. Los automóviles rompen el silencio de la mañana y echan al cielo su inmundicia. El transporte público hace su función. Contamina menos y llega a la hora indicada si madrugamos un poco. Se arregló lo de Caparrota y lo ahorcaron. Madrid estaba despoblado, fantasmal, lacio de gentes.

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