Paco ha dejado encargado un libro en el Gran Plaza II. En ese centro hay tres tiendas de libros a cada cual más grande. Yo alucino con estas superficies de ejemplares de novelas tan inmensos. Los libros son como un escaparate grandioso de lo que hay que leer para estar al día literariamente hablando. Y todos los días hay una novedad. Ayer mismo salió una señora que ha escrito una novela de no sé qué rollos políticos del siglo pasado, no acierto a recordar de qué por lo misterioso del caso. ¿Quién leerá esa historia tan complicada? Ahora salen libros como setas, salen libros de la temática más alambicada, salen libros que yo creo que nadie lee o solo unos pocos fans del escritor. Todo está en venta. Hasta la imaginación.
Corre airecillo.
No todo está quieto porque el aire no lo está.
No hay comentarios:
Publicar un comentario