Lo que se atiene a razón es justo y necesario. Lo que va en contra de la razón no trae más que problemas. No puede uno mandar a los demás que hagan lo que no quieres hacer tú porque te manchas. No puedes mandar en personas ya hechas y derechas y que no están en tu órbita de influencia. No puedes venir con cuentos y mentiras a personas que ya han demostrado que no te necesitan y que tú no has hecho ni caso cuando estas personas estaban necesitadas. No puedes mandar nada en definitiva a personas que no quieren saber nada de ti y hace mucho tiempo que no sabes nada de ellas.
Mandar por mandar.
Menudo negocio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario