jueves, 24 de julio de 2025

 Hay un libro que se llama "Pedro Páramo", de un mexicano que ahora no recuerdo. Ese Pedro va a un pueblo a pedir explicaciones a un terrateniente que se acostaba con todas las jovencitas de Comala, un pueblo fantasma. Y ya no me acuerdo si ve a ese terrateniente. Mi pueblo también tiene una especie de lista de muertos: los de la Garabás, los del tío Regalado, los de tío jergonero, etc. Fueron gente que dejó una estirpe que ahora vive en bisnietos póstumos, en una retahíla de familias que proceden de aquellos hombres y mujeres que nacieron a finales del XIX, por mil ochocientos y mucho. Esa gente forma el repertorio de unas anécdotas que se repiten como cuentos en el pueblo donde yo nací.

La gente se va sucediendo.

En los pueblos, se habla de aquellos ancestros. En la ciudad, todo se diluye.

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