martes, 22 de julio de 2025

 No vuelvo a hablar de la vida loca que llevamos ni de los locos que hay en el mundo (hay psicópatas porque no hay moral que los sujete). Voy a hablar de estos días de preocupación y nervios sentidos en la piel. De la estupidez humana que me rodeaba, de mis libros que han hecho pasar el tiempo divertidamente. De la templanza de mi hermano. De los ratos pasados escribiendo. De los paseos al pueblo de al lado. De mis ratos en Jardinillos mirando a la gente cómo va. De la negativa a ver la televisión. De la dureza moral de mi padre. De todo esto y mucho más hablaré.

Hay que advertir, hay que avisar,

pero también hablar de gente que merece la pena.

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