martes, 15 de julio de 2025

 Calculo que ayer leí en dos horas unas 200 páginas que me quedaban de un libro y empecé otro. Este nuevo se llama "La chica del tren" y sé que tuvo mucho éxito. Va de eso, de una chica que se pasa mucho tiempo en el tren e imagina a una pareja viviendo en una casa al lado de los raíles. Esta chica ha caído bajo en la vida. Ha perdido a su novio y le da al alcohol. Vive en la casa de una amiga. Y ya no he leído más. Las historias empujan a la razón a pensar en el personaje que tenemos ante nosotros y nos identificamos con él en algunas cosas. Si el personaje sale en la novela atravesando un mal momento, nosotros, como lectores, nos iremos a rememorar algún tiempo malo de nuestras vidas. Si lo que se plantea es un dilema entre varios personajes, aprenderemos de ellos y la solución final que da el novelista a esos personajes.

Las novelas siempre plantean un problema.

La solución inteligente de ese problema es el quid de la novela.

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