domingo, 13 de julio de 2025

 El presidente del gobierno es un equilibrista, un surfista de la gran ola, anda por la cuerda floja, tiene riesgo de ser arrollado por el imperio del mar que se tiende al caer en la playa. Le veo muy desmejorado. Ha adelgazado mucho. Ya no sabe muy bien qué decir, le echan las culpas de todo. No en vano sus secretarios de partido son ladrones y machistas. En el congreso, a lo mejor, encuentra en la ultraderecha su excusa pero ya es más difícil. Por su salud, yo le recomendaría que dimitiera. No se puede ir por la política con esa imagen un tanto demacrada dispuesta a recibir golpes. Y faltan de salir muchos audios y firmas e imputaciones. Los boxeadores, cuando les han dado mucho, se tienden en la lona y se hacen el dolorido o el muerto para no recibir más. Tiéndete en la lona un rato, sz, y oye el k. o. de boca del árbitro. No sea que vayas a enfermar de tanto defender tu puesto en la Moncloa.

El presidente lucha por su cargo sin razón.

Lo que no es razonable afecta a la salud.

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