viernes, 31 de enero de 2014

No nos engañemos: nos están engañando. Los políticos (y un concejal de un pueblecillo donde se va a construir una urbanización residencial lo es) se ponen el sueldo que ellos quieren y luego cobran sobresueldos sobre lo que se construye. Ahora hay la moda de que un político cualquiera tenga una docena de asesores que pagamos todos. Hay la moda del porcentaje a recibir por servicios prestados y no conformarse con el sueldo que además es tan arbitrario y alto como ellos elijan. Además, los políticos cobran dietas que suponen otro montón de dinero a las arcas públicas.
¿Y qué han hecho y qué hacen? Liarlo todo, inventar leyes innecesarias, subir impuestos, no luchar contra el fraude de los ricos, lamer el culo a las grandes empresas, cobrar porcentajes, hacer desfalcos en ayuntamientos, construir cosas que no valen para nada pero cuestan un riñón, crear nuevos cargos en la administración que sobran, querer privatizar servicios públicos, cobrar porcentajes de obras privadas, crear asesores a dedo, aprobar oposiciones amañadas, enchufar parentela afín, etc. O sea, que los políticos son un derroche innecesario y perjudicial en muchísimos casos.

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