sábado, 1 de febrero de 2025

Cuando las gentes están incomunicadas mucho tiempo pierden el afecto de unas por otras. Pero pueden ser leales todavía. Las circunstancias las han alejado pero el olvido no ha tenido lugar. Siguen esas gentes con el recuerdo de los años pasados juntos. Recuerdan que un día, alguien las sostuvo en la adversidad comunicándose con ellas, llamando por teléfono, preguntando por cómo iban las cosas. Y se crea un fidelidad a esa persona que sí que llamaba cada tarde a ver cómo estaba uno, que se preocupaba de saber la enfermedad, el problema o el disgusto. Esas gentes volverán y las que no llamaron, las que pasaron de uno, no volverán nunca.

En los reveses, tiene que haber ánimo.

Y alguien que te apoye moralmente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario