La mañana levanta un espíritu en cada persona. Hubo madrugadores cuyo interés era hacer su trabajo y traducirlo en dinero. Hubo insomnes que se quedaron enganchados a la radio a las 4 de la mañana y ya no la han soltado hasta que la claridad del día los ha deslumbrado como cuerpos asolados, mortuorios. La larga noche es para dormir y habrá quizás un médico para esas personas que no duermen. Ojalá se crucen ese médico y ese insomne. Hubo también deprimidos que no aman la luz del día y lloran cuando esta aparece y les obliga a dejar sábanas por pasos inciertos por la casa. Hay solitarios, muchos hombres y mujeres solos en casa y se van muriendo de la soledad, de la triste soledad de los desgraciados de este mundo. Tendría que haber en España un ministerio de la soledad, como lo hay ya en Inglaterra.
Trastornos del sueño, soledad, alcoholismo, falta de cariño:
muerte.
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