Aquí hablo mucho de la mañana: que si la mañana sube, que si la mañana pasa, que si la mañana se tuerce, etc. La mañana es un territorio temporal en el que luce mucho el sol. Al amante de la noche, la mañana le va fatal. La mañana le hiere los ojos y el corazón. Porque por la noche no se puede estar haciendo más que ofensas al corazón y a los ojos. Drogarse es típico de la noche, no de la mañana. Alcoholizarse también es propio de la media tarde viendo un partido de fútbol o de la noche (me voy a acostar tarde para chuparme unos güisquis). Y, a medida que los días se hacen más largos, el riesgo de consumir drogas legales o ilegales, es mayor. Yo no debería decir nada en contra de los adictos porque yo fumo. Pero creo que no he dicho nada en contra de los adictos. Los adictos a algo suelen dar problemas. El humo del tabaco es malo para todo el mundo. Pero bueno. Ya he dicho algo sobre la mañana y la noche.
Estamos en el bar:
la gente bebe. El partido va a comenzar. Feliz primavera.
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