viernes, 7 de febrero de 2025

 Pensando en esto del humor, me pregunto: ¿quién es el que tiene humor, el que crea cosas de humor o el que se ríe de ellas? Las cosas de humor son difíciles de crear pues ya sabemos que el mundo es un valle de lágrimas. ¿De dónde sacar el humor en un puto valle de lágrimas? Yo creo que el humor es un estado del ser, una actitud de aquel que se lo toma todo un poco a la ligera, sin dar importancia a lo que le pasa y, además de no dar importancia de lo que le pasa, va diciendo: si yo me voy a morir y estaré callado una eternidad. Pues ahora me descojono de todo lo que pueda. Y hay otras personas que apenas se ríen, tienen siempre un mismo gesto de la mañana a la tarde, como si este puto mundo tuviera muchísima importancia. Cuando estas personas ríen, les sale tan rara la risa que no parece risa sino sucedáneo. Y hay esos que ríen de las cosas de otros, no de las cosas que se les ocurren a ellos y, por lo tanto, su humor depende de otros pues su forma de ser les impide reírse de lo que les rodea. Son risas por cuenta ajena la de estos últimos y, por lo tanto, una risa alquilada o prestada, no suya. Yo lo que digo es que te rías de este cochino mundo pues no hay otro y la risa oxigena y cura heridas al pasarlas por el espejo de la desfachatez más absoluta.

Humor, risas, cachondeo.

No hace falta estar en una fiesta para disfrutar del humor. La cotidianidad nos ofrece humor si lo sabemos detectar.

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