sábado, 8 de febrero de 2025

 Louis Armstrong fue un trompetista que cantó a la perfección del mundo en una canción memorable: It´s a wonderfull world. Tenía una voz muy peculiar, muy profunda y como aguardentera, pero sonaba muy bien. The sky so blue, decía: el cielo tan azul. The trees so green. The faces of people, so happy passing by. Louis Armstrong fue muy bueno con la trompeta y cantó otras canciones como Mike the Knife. Para cantar a la perfección del mundo no hace falta desarrollar una poética muy grande. Simplemente con fijarse en el cielo o en los árboles ya casi vale. Pues la perfección del mundo está en todo. Con cualquier detalle que nos parezca misterioso o asombroso, como es el color azul del cielo, ya nos vale. Me acuerdo que Rubén Darío, en un poema de estos de la perfección del mundo se fija en un tigre. Es otra manera de verlo.

El mundo es perfecto.

Por lo menos, el cielo azul lo es.

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