viernes, 14 de febrero de 2025

 El dinero no lo inventó Dios. Lo inventaron los hombres. Se dice que lo inventaron los fenicios para tratar económicamente con las colonias que tenían por todo el Mediterráneo. Poco a poco, el dinero acabó con el trueque. El trueque es más viejo que el dinero. El trueque podría existir hoy en las selvas amazónicas. Pero el trueque es difícil de llevar a cabo. Es más fiable el dinero, mucho más objetivo. El dinero nos proporciona la manutención y ciertos placeres ajenos a la alimentación más básica. El dinero nos proporciona ropa, techo y comida. Me gustaría tomarme un Bellini. Un Bellini es un capricho alimentario que se hace de melocotón y un poco de alcohol. Lo he leído en una novela. "Póngame un Bellini", dice la chica que ha volado a Roma. Y se lo ponen. Y se lo bebe. Y llega el novio y se van a joder al cuarto del hotel.

El dinero es básico en nuestra sociedad.

Por él, trabajamos, nos sacrificamos, deseamos cosas a veces, inútiles.

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