Hablar las cosas para mí es muy importante. A mí me ha dicho esta que si hacemos esto. A mí también me lo ha dicho y no he hecho ni caso. Es como decir, sin venir a cuento: tú eres lo que yo quiera. No hay mayor tiranía que en el seno familiar. Lo tuyo es mío. Joder qué simple y qué arbitrario y dictatorial. Ahí se ve a la gente que no dice nada y cuando dice algo se nota qué es. En familia se pasan las cosas más horrorosas, como esa mujer violada cien veces por los amigos del marido. Y luego están esos que orbitan como la luna y quieren ser el primero en todo. Hijos adorados por sus padres tienen esos problemas. Se creen hijos de algún dios. Y luego dicen que no creen. Creen en ellos como si fueran los dioses de un cielo creado para ellos.
De los que solo creen en ellos
no espere nadie nada.
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