domingo, 23 de enero de 2022

Son casi las 7 y no he fumado nada. Es curioso. Dan la impresión que no existen. Ni mis sobrinos ni mi hermana ni mi cuñado. Es ideal. Es mejor que no existieran a que se manifestaran como suelen hacerlo, con algún problema o lío que jode a los demás. Qué a gusto así, sin la familia alrededor. Mi hermana seguro que tiene alguna gilipollez entre ceja y ceja y no dudará en exponerla cuando pasen unos días. Mi cuñado siempre ha estado metiendo confusión en la familia. Mi hermana y mi cuñado han cometido tropelías contra mi hermano y contra mí. No es tarde. Pero ojalá dejen ya de joder al prójimo y se olviden de hacer el imbécil de una vez por todas. La última estupidez, la mudanza que no existió y también el saltarse el turno de estar con mis padres y pedir las cosas de forma imperiosa ("por supuesto que vais vosotros con padres") en vez de por favor. O sea, que la señorita pone las leyes y se las salta cuando le da la gana. Pero se lo dije. Se lo dije dos veces ante su cara de odio. Son mala gente.

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