jueves, 13 de enero de 2022

A veces tenemos serias dificultades cuando pretendemos explicarnos  a nosotros mismos nuestra propia vida. Por eso, son más felices los que no piensan su propia vida. Pero dice un axioma antiguo: "una vida no examinada no merece la pena vivirla". Yo no sé quién dijo esto, pero sé que lo dijo algún filósofo o pensador. La verdad es que llegan tiempos en las personas en que se detienen a ver qué es su vida, de eso no cabe duda. El ser humano piensa un montón de cosas a lo largo del día y también creo que piensa de modo global en qué consiste su vida. El ser humano no puede estar pensando constantemente qué es su vida porque se volvería loco pero sí que hay, ya digo, períodos de nuestra vida en que analizamos qué es la existencia nuestra y luego, quizás, la comparamos con otras peores para quedarnos a gusto con el análisis que hemos hecho. Es el viejo truco de ver por la ventana a algún vecino y decir: "pobrecito. Se levanta todos los días a las 6 para trabajar." O nos comparamos en algún otro aspecto: "pobrecito. Qué mujer tiene." Hay otros que analizan su vida de modo más descarnado, sin comparaciones y si el resultado de su análisis es negativo, supongo que intentarán mejorar su vida de algún modo.

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