miércoles, 26 de enero de 2022

 Hoy me está costando dejar de fumar. Deseo echar un cigarrito y Paco me conmina a no hacerlo. No creo que lo haga y me acostaré pronto para que así pase el día rápido. He ido al podólogo. Me ha cortado la dureza que tenía en la molla del dedo gordo. Me ha hecho daño un rato pero lo he soportado. A Anselmo le quedan todavía cuatro horas para dejar el bar donde trabaja y luego ver a sus chiquillos (nena y nene) y jugar con los juguetes que trajeron los reyes a principios de mes. Es una gozada ver a Anselmo girar el coche teledirigido. Pero mira, a Anselmo todo se le vuelve del revés: ya está la viuda armando bronca porque si no, no sabe qué hacer. Hoy es el café, que estaba muy frío. Ayer estaba ardiendo. Menudo rollo. Bueno, entre Anselmo y Juanito la han domesticado. Ya no chilla. En fin. Vuelve Anselmo al lado de la caja, soñando con derrapes del coche teledirigido. Mira al reloj: las 5:55. Ya queda menos. Ya queda menos. Ahí viene Julián. A ver qué le cuenta hoy.

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