domingo, 6 de agosto de 2023

Si yo me atreviera a escribir una novela de personaje colectivo, tendría que pensar en una multitud de personajes y unos lugares donde confluyeran esos personajes. Conozco dos novelas de ese tipo: "Manhattan Transfer" y "La colmena". El tiempo de la novela sería un presente inmanente, un presente que vale para todos los personajes,  un presente muy sutil y sugeridor. Pero se podrían hacer referencias a un pasado no muy lejano de esos personajes para trazar su psicología breve. Los personajes deben estar como flotando en la novela, como entes pequeñitos de ficción. "La colmena" tiene unas 200 páginas y funciona como las ruedecillas de un reloj. En eso hay que tener mucho cuidado, en que una ruedecilla encaje con la otra; o sea, que los personajes encajen en la pequeña historia que se cuenta. En la obra de Cela, hay un personaje que destaca literariamente sobre los demás: se trata de Joaquín Marco, que es un bohemio triste al que, realmente, no le pasa nada. No les pasa nada a casi ningún personaje. Todos están para rellenar el hueco de un presente único, creado por el autor como una atmósfera donde respiran y aman los personajes. Esa es la cuestión: con la presentación y pequeño desarrollo de los personajes, se crea una atmósfera única, literaria y especial para ese libro. A ver si me atrevo.

Los anillos que rodearon tu dedo

son la muestra de un recuerdo y un olvido.

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