martes, 29 de agosto de 2023

Quizás necesite hablar con alguien, no lo sé. Quizás se me vaya esta tristeza desembuchando palabras una tras otra como la paloma dice cosas mientras corretea por la ciudad huyendo de los pies de los viandantes. Quizás no esté yo tranquilizado por el vientecillo de la libertad que corre hoy por las calles, quizás no supere yo a mi alma mientras las aceras bullen de pasos que van y vienen. La vida se oscurece un poco dentro de mí, como si me vigilaran, como si me torturaran con el pincho incandescente de la curiosidad. Toco una canción en mi cabeza y suena mal, de acordes repetidos. Huelo a barrotes de prisión de muchos años, mi sabor es al hierro duro de la mañana insomne. Me siento amenazado por mi propia sangre, sangre de mentira que cae de mi cuello al suelo. Sangre absurda que no sabe querer, sangre falsa de color amarillo.

A través de lo oscuro, de las obligaciones deprimentes

cabe la luz de hablar con los demás.


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