Llevo bien este mes de julio. No hace excesivo calor aunque haya algunos que persisten en eso de las noches tropicales. Ayer vi unos dibujos animados que me gustaron. Iban de unas sirenas. He salido descalzo a pisar el firme. No es dolor lo que recibo sino indiferencia. La indiferencia de los otros. Con la indiferencia de los pies desnudos es como he de vivir. He renunciado a los zapatos para salir a la calle, a la puta calle, como se suele decir. Mis pies han percibido un calor tibio, torpe y sin amor. Así es como he de vivir: descalzo, sin saber de los otros, los pies al aire. Y así vivo. Se embroman los calcetines que recubren el pie y son los que reciben el calor de la tierra, que no de los otros.
No sé de nadie.
Los parques donde los críos juegan tienen un no sé qué de niño olvidado.
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