miércoles, 2 de julio de 2025

 Arderán las páginas no escritas, las hojas de papel que se quedaron blancas. Y la cigüeña, la cigüeña que reposa en el campanario de mi pueblo su plumaje blanco y negro, renacerá de la pobreza de sus colores para ser la que anuncia el verano estos dos meses tercos en el calor. Yo estaré por aquí leyendo páginas de libros bien escritos, de personajes que crean un diálogo muy cierto, de amores que se funden en el trópico asiático. Y también daré paseos, unos paseos ditirámbicos, hechos de un ritmo musical y de sonata de verano. Y andaré y andaré hasta casi equivocarme.

Los paseos me llevan a una gloria leve.

Los paseos incitan al corazón.

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