viernes, 11 de diciembre de 2020

 Esta pieza de blog tiene como cometido no fumar demasiado. Yo iba en los trenes de cercanías escribiendo en unos cuadernos que conservo en los que iba yo trazando un pensamiento sobre el mundo que me rodeaba. Inventaba también historias. Estos cuadernos los guardo en una caja de cartón muy grande. Puede que haya unos 40 o 50 cuadernos en la caja. La verdad es que para mí es muy fácil ponerme a leer o a escribir de lo que sea. Yo creo que la pandemia se dará por finalizada cuando dejen otra vez entrar a las bibliotecas a hojear libros y cogerlos prestados. Esa será la señal definitiva de que hemos dejado atrás la plaga. La plaga. No la llaman los medios la plaga, sino la pandemia, pero son sinónimos. Sí se hablaba de la peste como una plaga. Nos hemos modernizado. He leído de Alejandro Sanz que ha hecho un trabajo de videoconferencias con fans suyos. Una manera de sacar dinero. Ese tío es un máquina de hacer dinero, pero no es de ahora. Bueno, dejo el tema musical, del que no entiendo gran cosa y voy al literario: he leído ya "El abuelo que saltó por la ventana y se largó". Es muy bueno. No me extraña que fuera un best seller. Está escrito con un humor muy personal.

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