jueves, 31 de diciembre de 2020

 El fin de año viene lloviendo por la tarde. Un día como hoy, hace un año, yo me peleé con Paco y nos llevaron al hospital. Allí, a mí me ataron por protocolo. Por la tarde no recibí ninguna llamada de mis "familiares" para ver qué tal estaba. Es más, alguno de esos "familiares" nos robaron las llaves de casa. Estuve con mis padres hasta que pude ir a ver a Paco por reyes. En reyes, vino toda la "familia" pero ninguno preguntó por Paco, que estaba ingresado. Al mes de este sucedido, el 24 de enero, aparecieron llaves y reloj de Paco en casa de mis padres. ¿Quién había sido el que robó las llaves y ahora nos las devolvía? Yo sé quiénes fueron pero no lo diré. No pudieron ser otros. Al cabo de un tiempo fuimos a los asuntos sociales y le contamos lo de las llaves. La de asuntos sociales templó gaitas y no nos conminó a denunciar. Mi hermana nos dijo en el pueblo en tono de amenaza: "sé que vais a asuntos sociales y allí tenéis una carpeta." Yo le dije: "es que desaparecieron unas llaves". Ella se calló. Así que vaya familia: se desentienden de sus miembros y encima roban. Porca familia.

El año anterior tuvimos que aguantar la imposición de "la familia" de una reunión que nunca tuvo lugar poniéndonos muy nerviosos. Gilipollas hay en la mejores familias pero en la mía abundan demasiado y la educación de llamar al que le ha pasado algo, no existe y la educación de preguntar por alguien malo en el hospital tampoco existe. Me alejaré de "la familia" todo lo que pueda.

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