viernes, 10 de junio de 2022

 Horacio, en sus Odas, habló del "aurea mediocritas" que es conformarse un tipo con la medianía de su vida sin envidia ni codicia. Yo no soy codicioso, piense y diga lo que quiera cualquiera. Antes, era envidioso, pero ya no lo soy. Me conformo ya con vivir mi vida, sea esta como sea. Y si no puedo ir de vacaciones, me da igual. Resulta que estoy ya muy calmado de antiguas ansiedades y penas que me atenazaban la mente y el corazón. No codicio nada más que comer y estar bajo techo de estos malditos calores. Ya no envidio a aquel que se va a Tarifa o a Castellón. Yo, con un libro, puedo irme mucho más lejos. No sé lo que podría yo codiciar porque no codicio nada. Me valgo por mí mismo para pasar el rato y las conversaciones hueras las dejo de lado porque no me aportan nada. Doy mis paseos, voy a la biblioteca, tengo amigos que me pueden dar conversación sin ocultaciones ni majaderías de ese tipo, vivo feliz porque ni calzo estrecho ni trago ancho. Cátame dichoso, dicho y hecho.

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